21/09/2012

El síndrome del Quijote

Dice el Diccionario Panhispánico de Dudas que la forma culta, la que aconseja, la que recomienda -¡si bien la otra manera también es válida, que por su uso!- es la de preguntar qué hora es y no qué horas son. Preguntar, salvo que se trate de recriminarle al muchachito que no llegó a las doce sino a las cuatro de la mañana "¿qué son estas horas de llegar?", que también es pregunta, pero retórica. Normalmente no responderá, borracho y asustado, que las cuatro, mamá, ¿no ves el reloj?
Ahí explican que esto se debe a que la hora es un momento del día, así solamente la una (de la mañana o de la tarde) sea singular. (¡Por favor!, ya que estamos en esto, procure ser concordante y no salir con que son la una en punto. Ahí tiene que decir que es, no que son, y ya las siguientes siempre serán, así: son las cuatro, son las diez, etc.)
Finalmente, como se enredan y fracasan, terminan por decir que ustedes hablan como les entiendan o como les dé la gana, razón que de sobra da cuenta de mi síndrome del Quijote, un mal que pienso presentarles a los psicoanalistas y profesionales de la salud mental, pues consiste en una especie de sadomasoquismo cuyo goce está en enseñar cosas que se saben inútiles y en aprender las que lo son todavía más. O, lo que es peor, salen con andanadas así, un autoproclamado gramático autodidacto hilarante y delirante. Este síndrome, además, solo sería aplicable a los gramáticos de nuestra lengua, misma en la que se escribió el libro y única que tiene Academia, que además es centenaria y real, a la cual ni sus mismos académicos de número obedecen y que acepta normas opuestas a las que dicta. O quizá este desorden ya esté por ahí escrito y describan a un pobre enfermo, muy rebelde, que tiene que agachar la cabeza y hacer apostasía de su credo político y religioso cuando debe aceptar que sí, que no tiene remedio, que obedece a la RAE y acepta que haya un ente que le dicte y le diga y le enseñe cómo tiene que escribir y cómo debe hablar. 
Bueno, volviendo a lo de las horas, plurales, singulares, concordancias y demás, también puedo recomendar que digan como decía mi primera nana, Mincha, y así no tendrá pierde porque se equivoca y acierta, por lo que empata: ¿qué horas son serán? 
Yo como que ya no me atrevo a hablar de redundancias porque siempre me salen con que son necesarias. No solo Jaime Ruiz, como pudieron ver, alega que decir funcionario público es correcto; también me lo dicen periodistas y escritores, la prensa lo utiliza como máxima norma; y el abuso al erario, que no solamente es robarlo, sino escribir, después, público.  Viene a cuento desternillar, que significa reírse mucho, y aun escriben desternillarse de la risa personas que uno considera serias y dignas de respeto. Yo los entiendo, no son obsesivos, no están diagnosticados como yo. Sin embargo, hay una, de todas la peor, que es mas sin embargo o pero mas sin embargo. Ellos, que nunca escribirían estos últimos señalados, alegan que los otros pleonasmos son necesarios. Vaya. 

8 comentarios:

  1. Para esa gracia se usa el Sistema horario de 24 horas, y solucionado todo. "Son las 12 y tanto, son las 13 y tanto...". Siendo pues, como dicen, el sistema de 12 un sistema más fácil a nivel oral, miren pues las contradicciones que salen de los elevados análisis del síndrome del Quijote: de todos modos el tiempo no cambia, según el sistema métrico Anglosajón, o cualquier otro.

    Yo soy de los que nunca repruebo cosa alguna al vulgo: de todos modos las formas más elevadas de los lenguajes tuvieron su molde en él. Pero, ah vida hijueputa, !¿Mas sin embargo?!, es de lo más irritante que pueda a ver. A saber otros:

    -Arrempújeme.
    -Descambieme.
    -Descuelgo.

    Aunque la gente diga que lo colgado es nadamás lo colgado, yo creo que es perfectamente posible dar el cambio, y colgar un teléfono: sin necesidad de esos pleonasmos tan inútiles y feos. Son cosas sencillas que sí se deben enseñar, aunque suene pedante.

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    1. Sí, Johny, pero hablaba yo de redundancias que gente que se cree o parece culta suele decir.

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    2. Añádele algunos esdrujulos inútiles: Rufino atacó algunos, y han aparecido otros nuevos. En fin, tenés razón, mucha gente culta se siente culta por usar el "mas sin embargo", ah, tienen una expresión de solemnidad única.

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  2. Creo que la segunda definición de la RAE ("Empleado jerárquico, particularmente el estatal"), incluye un acepción genérica de 'funcionario'. El empleado jerárquico no es una condición exclusiva de las entidades estatales. Por esa razón, al adjetivo 'público' no me parece redundante. Ya desde el punto de vista jurídico, la distinción es importante para distinguir el funcionario público del personaje público. Tal vez funcione decir solo 'funcionario' y 'personaje', pero el carácter público es relevante, por ejemplo, para analizar el derecho a la intimidad.

    De cualquier forma, gracias por la crítica. Me doy por aludido.

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    1. Carlos: esta es una discusión que puede llegar a ser bizantina, inoficiosa, más si te pasas por esta entrada de Constantino  y ves que él ya había tratado el tema.
      Los gramáticos somos también fanáticos, o al menos yo. Por su parte, abogados, jueces y demás, especialmente los colombianos, suelen ser descuidados en esta clase de asuntos. Así, consideran válido el "y/o" y otras cosas horribles que también se han mencionado en este espacio.
      Probablemente tú le agregues ritmo y estilo al ponerle ese público que, en mi concepto, no deja de estar de más.

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  3. Desternillar no sale en el DRAE, sería un verbo transitivo que querría decir "despojar a alguien de las ternillas". Las ternillas son los cartílagos. Desternillarse es "romperse las ternillas". La expresión "desternillarse de la risa" es lógica pero un poco más horrible y penosa que "cagarse de la risa". Como no hay en la práctica ninguna ocasión en que se hable de desternillarse salvo en esa expresión, el diccionario recoge el verbo con el sentido de "reírse mucho sin poder contenerse", tal como "descojonarse", que también sale: viene de "des" y "cojón" y nadie podría decir que fuera pleonasmo decir "descojonarse de la risa". En el diccionario de María Moliner, más antiguo, sale "desternillarse" VER. "Desternillarse de risa" (http://www.diclib.com/desternillarse/show/es/moliner/D/5438/3540/48/60/28685). Las expresiones similares son montones: descoyuntarse, partirse, troncharse, estallar DE RISA.

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  4. Estoy aprendiendo... atte. el Pepenador... saludos a todos

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