02/06/2012

Etimologías

Como se sabe, el lenguaje no es una entidad muerta sino que, por el contrario, es maleable, se trasforma con el tiempo, muta, se permea de nuevas ciencias y aparatos y sus normas se modifican. Parafraseando a Borges, toda palabra fue alguna vez un neologismo.
Por supuesto, no es el mismo español de 1713 (otros dicen que en 1715), que fue cuando se fundó la Real Academia Española, al español que hablamos ahora. Por cuestiones de la vida, durante los años 2002 y 2003 estuve muy alejada de Medellín. Al volver, el lenguaje era sustancialmente distinto, al menos entre las personas de mi edad. Lo mismo se puede apreciar con las películas del cine mexicano de Cantinflas, por ejemplo, o en la misma música de Agustín Lara. El vocabulario que usaban en esa época, a mi parecer, era mucho más rico, más elegante y menos pedestre que el que emplean ahora en cualquiera de las clases sociales mexicanas. Con pedestre me refiero a inculto.
En fin. Dado lo anterior, es aconsejable regirse por la máxima norma, que es el DRAE, pero como su última edición fue hace más de diez años, también se recomienda consultar el Diccionario Panhispánico de Dudas, de 2005. En estos momentos, si hay contradicciones, debemos aceptar siempre lo que recomienda La Ortografía de la lengua española (2010) y La Gramática de la lengua española. Son libros que aconsejo si se pretende hacer buen uso del lenguaje, porque la ortografía, creo, es cuestión de disciplinarse y aprender algunas normas básicas, como las de acentuación, el uso correcto de preposiciones y tener siempre muy alerta la memoria.

A continuación me permito "remitirle" al origen de algunas palabras, más por cosas de erudición y curiosidad que por cuestiones prácticas. Ya verá, es interesante.

Del celta: burro, perro, solórzano (prado), barranco, amaya (límite), barro, charco, chamarra, manteca, chabola, Javier (casa nueva), abedul, conejo, chatarra, chistera, boina, aquelarre. Los celtas habitaron la península ibérica hace 22 siglos.

Del griego: acrópolis, filosofía, ortografía, hemorragia, bárbaro...

De origen germano: guerra, bramar, heraldo, embajada, compañero, guardia, guardián, espía, pendón, robar, yelmo, dardo, espuela, albergue, guarnecer, burgo, sala, arpa, agasajo. Hay muchos nombres propios de origen germano: Álvaro, Fernando, Rodrigo, Elvira. Estas todas parecen salidas de la Colombia de los últimos diez años, o usted ¿con qué otro país podría relacionar todos estos vocablos?

Del árabe: adalid, atalaya, alfange, adarga, algodón, almohada, alfombra, jofaina, babuchas, alcohol, acicalar, almacén, tarifa, azul, carmesí, alfiler, taza, jarra, azucena, almíbar, azúcar, arroba, alcalde, albañil, azahar, alfajor, laúd, ojalá, algarabía(lengua árabe), álgebra, alguacil, alférez, hazaña, alcázar, naranja, marras, ámbar, ajonjolí, alquimia azulejo, azahar, zábila, zafra, azafrán, zaga, zagal, zoquete. No suenan muy "terroristas", ¿verdad?. Borges y otras autoridades literarias dijeron que algunas de estas palabras eran las más hermosas de nuestro idioma en entrevista para el periódico El Mercurio.

Galicismos: homenaje, mensaje, fraile, monje, mesón, manjar, vianda, vinagre, chalán, chalet, chambelán, champaña, champiñón (aparece la entonces letra che), chantaje, chaqueta, charada, charcutería, chovinismo, chance.

Del inglés: vagón, tranvía, yate, bote, mitin, líder, reportero, revólver, turista, fútbol o futbol, tenis, córner, cloche, suéter, overol, esmoquin, esnob, yaz (usted lo conoce como jazz), coctel, chárter, guachimán, contenedor, estándar, estéreo, estrés, bit, clóset, sándwich, autoservicio, ponqué, perro caliente, récord, pirsin.

Guerrilla, guerrillero, camarilla, picador, gitane, bolero, cachucha, rondalla, son del español y pasaron así a idiomas como el francés y el inglés.

Palabras taínas: bohío, maíz, batata, carey, ají, tabaco, guacamaya, tiburón, yuca, canoa, hamaca.

Palabras caribes: caimán, caníbal, loro, piragua, butaca, arepa.

Del náhuatl: aguacate, cacahuate, cacao, chocolate, hule, petate, tiza, tomate.

Del quechua: alpaca, guarapo, vicuña, cóndor, mate, papa, pampa.


Guaraníes: ñandú, tucán, yaguaré.

Africanas: bongó, conga, samba, mambo, burundanga.

Aclaraciones:

El castellano pasa a convertirse en español porque de ser lengua regional pasó a ser universal al tener más de 400 millones de hablantes en cuatro de los continentes.  Además, como pudo ver, ha venido siendo una lengua permeada por muchas otras. Sin embargo, también se puede decir castellano.

Es Real Academia Española y no Real Academia de la Lengua Española. Lo que pasa es que cuando se fundó, no había academias de otras cosas y por eso se quedó así.

5 comentarios:

  1. Es algo paradójico cómo van cambiando las lenguas. Un día somos la raíz, -la raíz romance-, del Latín vulgar, y otro día ya nos estructuramos más como comunidad linguistica. Tanto que las conjunciones que el Castellano tenía arraigadas al Italiano como deste, desto y dello, han cambiado por estructuras más largas. Lo que hizo de nuestro idioma una fuente rica en vocabulario y manejos literarios y por tanto culturales, así como extensos y aburridores con el paso de los años. La RAE fue una de las instituciones que ayudó a esto. Así como es más aconsejable seguir la gramática de la gente y las formas de cultura que la gramática de hasta el mismo Rufino. Pues allí se hace nuestro idioma, para que vengan los pseudo-intelectuales a buscar orígenes en esos peldaños y boticarios inmensos.

    No sé sobre el uso del Castellano y el Español, pero a mí se me hace más Español a todas las formas lingüísticas de España: así el Catalán, por ejemplo, como el Castellano, y como todo lo de allá de España. Y al Castellano un idioma específico con sus vertientes. Borges aconsejaba usar Castellano: lo que nos separa de la vertiente Española, y nos remite, a la vez, a su origen: Castilla, que no es en el siglo XVlll como en la RAE, sino entre el siglo X y el siglo Xl (hablo del Castellano como tal, o sea, en su origen. En ese latín cada vez más vulgar que empezaba a hablar de aquí a allá, y que luego se oficializó como idioma -quizá- con la aparición de una Academia, y un grupo de Escritores)

    Lo mismo de la Academia y los escritores se repitió, más o menos, con lo del Boom. Qué viva pues el idioma, porque es amoldable, menos mal...Muy bueno lo de las etimologías. No me conocía muchas, gracias Tefa.

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  2. Una pregunta ajena a la columna y relacionada con el dequeismo. Sé que es correcto decir "estoy seguro de que moriré" y también "es seguro que moriré" ¿Cuál es la explicación gramatical?
    Jorge

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  3. José Sánchez19/9/12 6:30 p. m.

    En la lista de galicismos se le colaron muchos que no lo son: homenaje, mensaje, fraile, monje, mesón, manjar, y vinagre. Todos menos el último vienen del provenzal, que si bien es una lengua francesa, no es precisamente el francés.

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